¿Cómo funciona?

​​​​​​​El Camino Escolar presenta una infraestructura adaptada a su entorno, con señales propias del itinerario, puntos de encuentro, avisos para los conductores y las conductoras, etc. El protagonista, el alumnado, se identifica con materiales fluorescentes y cuentan con la supervisión de personas adultas durante todo el itinerario. Además, hay una red de comercios colaboradores ubicados en las rutas del camino a los diferentes colegios de la ciudad. Estos comercios se identifican mediante un adhesivo a los escaparates y prestarán ayuda al alumnado y miembros del Camino Escolar.