03/04/2017

La política actual tiene poco que ver con la defensa de los intereses de los ciudadanos, o al menos de los ciudadanos en general.

Los políticos con responsabilidad de gobierno tienen como objetivo perpetuarse en el cargo y la mejor manera de garantizar este objetivo es dedicar sus esfuerzos a contentar a grupos de ciudadanos. Es la continua labor de compra de votos puesto que al final lo que cuenta es el número de votos.

Por eso la estrategia política consiste en estar presente en todos los actos, todos los medios de comunicación, en todas las organizaciones y grupos organizados, en todo... menos trabajando por encontrar soluciones a los problemas de los ciudadanos. Esta circunstancia se adivina enseguida por los grupos de ciudadanos que se organizan y entran al juego, así que el político necesita crear algún tipo de estímulo que mantenga el interés de estos colectivos por evitar una renovación de los cargos políticos.

Y ¿como se hace esto? pues fácil, solo hay que conceder una pequeña subvención, concesión o deferencia a los grupos, asociaciones,… para que interioricen que tienen una posición privilegiada con los actuales gobernantes y, que si eso cambia perderán ese privilegio. Pues bien, esta es la respuesta a la pregunta que muchos ciudadanos se hacen continuamente… ¿a que se dedican los políticos? A perpetuarse en el poder, y si alguna institución es ejemplo claro de esta actividad son las Diputaciones, solo hay que ver que han sido el mayor foco de corrupción en los últimos años.

Se trata de una institución sin competencias normativas, sin responsabilidades, sin cargas presupuestarias y se limitan a manejar el dinero que llega del Estado para repartirlo por la Provincia, son meras repartidoras de dinero público. Nos encontramos así una posición en que resulta fácil justificar a una Diputación que el gasto va destinado a inversión en la provincia, y difícil controlar que eso se haga de manera eficiente y equitativa entre los diversos municipios. Del mismo modo se hace desde el resto de instituciones, el político invierte el dinero público en medios de comunicación para tener sutilmente el apoyo mediático, da apoyo a colectivos de todo tipo, y reparte su tiempo en cientos de actos para merecer la consideración del mayor número de votantes.

Cuando el ciudadano ve que las cosas no mejoran comienza a considerar que no se está haciendo nada y que todo es postureo. Con los cambios habidos en el panorama electoral el voto cotiza al alza, cada uno pone en consideración su influencia en la configuración del gobierno y valora si vale la pena apostar por la continuidad a cambio de mantener una subvención o si prefiere interesarse por nuevas formulas de gobierno más innovadoras. Así vemos los medios de comunicación un viernes 31 de Marzo del 2017 y estamos en campaña.

Iñaki Vallejo.

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