02/02/2017

Estamos en uno de esos temas en los que la política tiene poco que decir, pero que puede evolucionar en paralelo.

Observando la situación actual, los intereses económicos de los directivos y "propietarios" necesitan convertir este asunto en fenómeno social para que su negocio sea rentable, de otro modo una empresa con 4 millones de euros de deuda estaría en concurso y liquidación. Como salida la administración económica del Club plantea una reducción del capital social actual de tres millones de euros a uno, para luego realizar una ampliación del capital a dos millones y obtener una liquidez de un millón de euros. Esto es una huida hacia adelante sin perspectiva de futuro y con el único objetivo de alargar la agonía del Club para poder negociar una salida.

Los administradores del Club deben darse cuenta que el único capital de que dispone el Club es el campo y la afición. Si el Ayuntamiento no cede el Campo y la afición no se tiene en cuenta, el Club actualmente tiene un valor de menos cuatro millones a efectos de cualquier gestión económica.

La mala gestión de los dirigentes ha creado esta deuda que impide cualquier viabilidad si no se revisa y se exigen responsabilidades, para que asuman la deuda los que la han provocado. Y con ese propósito un grupo de aficionados - Sentiment Albinegre- están llevando ante los tribunales el caso de manera que se declare ilegitima la deuda y que paguen aquellos que se llevaron el dinero. Si ya está organizado el colectivo y están trabajando duro desde años, lo que queda a la clase política es apoyar para que se aclare todo. Por otro lado, ante los que piensan que hay que mirar hacia el futuro y enterrar las malas gestiones pasadas, hay que decirles que lo primero es asegurar que no vuelve a pasar lo mismo y que una huida hacia adelante no suponga que dentro de cinco años la deuda sea superior y los gestores abandonen de nuevo el barco.

La cesión por el Ayuntamiento del campo por un plazo amplio de años que se está proponiendo supone dar una subvención encubierta y perder la posibilidad de vigilar la futura administración del Club. Tengamos en cuenta que la cesión del campo por un número de años al Club es una subvención, cuando actualmente el Club no puede recibir subvenciones por sus deudas con la administración.

Solo el alquiler del campo puede suponer un coste, tirando por lo bajo de 500 € semana / 2000 € mes / 24.000 € año / 500.000 en 20 años. El Ayuntamiento no puede salvar la parte económica del Club, esto es competencia de los accionistas, pero si puede asegurar que se haga un uso del campo adecuado, sin cheques en blanco para los administradores del Club, y exigir que se dé participación a la afición en la hoja de ruta, ya que es el verdadero capital del Club.

Hace falta ilusión, trabajo y, a la hora de tomar decisiones, un nuevo modelo basado en el capital humano, y no en el económico que se ha demostrado ineficaz.

Iñaki Vallejo, concejal de Castelló en Moviment.

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